Estas aquí entre mis brazos,
Convertido en el trozo de cielo más hermoso,
Pero antes de eso te hiciste una cuna
En el vientre de Mamá.
Eras tan pequeño cuando supe de tu existencia,
Y la alegría lleno mi rostro de sonrisas,
Y sufrí la mejor de las metamorfosis,
Pase de ser hija para convertirme en hermana.
Casi te le escapas a Mamá,
Pero luchaste y te aferraste a la vida,
Encendimos tu luz con palabritas de amor,
Y resultaste ser un guerrero que cambio nuestra vida entera.
Espero los días en que puedas dar tus pasitos,
En que me llames hermana mayor,
Hoy solo hablas un idioma que casi no comprendemos,
“Blabla, aba, guga, ho, dada”, lloras y berrincheas.
Quizás es la lengua nativa del mundo que desciendes,
La tierra de los bebes,
Pero con los días te enseñaré nuestro lenguaje,
Y también nuestras señas secretas.
¿De dónde proviene toda esa magia que tienes?
Que ilumina el rostro de Mamá,
Que llena de alegría el corazón de Papá,
Que une a nuestros abuelos cuando hablas en tu idioma,
Y que poco a poco comienzo a comprender.
Te Amo desde que supe de tu existencia,
Y prometo hacerlo por el resto de mi vida,
Protegerte de los brabucones,
Y no arruinar tus citas con aquella niña especial.
Comencé a sentir tu amor en cada patadita que dabas,
Cuando tus deditos querían derribar el muro de piel
Que nos separaba para estar juntos,
Doscientos setenta y cinco días espere
Para poder abrazarte por fin hermanito.
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